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No hay que equiparar la alimentación equilibrada al hecho de tener más apetito tras realizar una comida, o a no obtener todos los nutrientes necesarios para el organismo. En la actualidad hay tantas dietas que elegir una perfecta sería imposible, pero sí que se puede llevar a cabo una alimentación equilibrada. Existen más de cien dietas diferentes, dependiendo del objetivo que se busque. Muchas de éstas suponen la falta de nutrientes, vitaminas y minerales para lograr el objetivo a toda costa, por lo que conviene seguir las instrucciones pertinentes de un/a especialista titulado para lograr una alimentación equilibrada, o bien, disponer de los conocimientos necesarios que aportan los CURSOS DE NUTRICIÓN, DIETÉTICA Y ALIMENTACIÓN, para poder emprenderla.
Las dietas que son muy específicas no siempre son las más apropiadas para todo el mundo, ya que son un tipo de dieta que se adapta a las características y necesidades de cada individuo, de modo que proporcionen una alimentación equilibrada apropiada para cada perfil. Es por ello que resulta importantísimo no tomar a la ligera el problema de los alimentos, cuando se desea mantener una alimentación equilibrada. No hay duda y, en lo que todas las personas están de acuerdo, es en que una alimentación equilibrada es la mejor opción para tener el peso óptimo de una manera saludable y sin deficiencias nutricionales. Cuando faltan nutrientes en una dieta, ¿qué sucede en el cuerpo?; se dan problemas tales como la piel seca, la pérdida de cabello, la presencia de grietas en las mejillas de los labios, los problemas en las encías y la cicatrización lenta de las heridas.
Se considera que una alimentación equilibrada, compuesta por los alimentos apropiados, contiene cantidades suficientes de calorías y nutrientes esenciales para el crecimiento y el desarrollo óptimo del organismo en cada etapa de la vida, así como para prevenir deficiencias o excesos nutricionales. Una alimentación equilibrada aporta carbohidratos, proteínas y grasas, además de vitaminas y minerales, en proporciones elocuentes, con el fin de reducir el riesgo de enfermedades crónicas. Según los/las profesionales que disponen de una especialidad en Nutrición, en una alimentación equilibrada para evitar la obesidad y otros problemas de salud relacionados, como pueden ser la diabetes y la hipertensión, entre otros, el porcentaje de calorías debe distribuirse de la siguiente forma: de un 50 a un 55% de carbohidratos, (la mayoría deben provenir de granos enteros, frutas, verduras y vegetales), así como de un 30 a un 35% de grasas.
En la alimentación equilibrada, el consumo de aceite de oliva está especialmente recomendado debido a su contenido en ácidos grasos monoinsaturados (ácido oleico). También deben tomarse ácidos grasos omega-6 y omega-3, necesarios, entre otras cosas, para el correcto funcionamiento del cerebro. Las proteínas deben estar presentes en un porcentaje del 10 al 15%, en la alimentación equilibrada. Se recomienda mantener un equilibrio entre las fuentes de alimento animal proteico (carne, pescado y huevos) y las verduras (legumbres, cereales y frutas secas). Con respecto a la cantidad de comidas diarias, las personas especializadas en Nutrición y alimentación equilibrada sugieren, al día, tres comidas principales y dos o tres comidas complementarias, siendo el desayuno el pilar fundamental de la ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA.
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